- Una buena caminata diaria es sumamente efectiva para evitar que el agua se estanque en piernas y tobillos.
- Andar en bicicleta durante media hora todos los días o acudir a un gimnasio y hacer bicicleta fija durante quince minutos tres veces por semana, si no se dispone de más tiempo, también contribuye a equilibrar el funcionamiento del organismo.
- Recostarse en el suelo y elevar las piernas. Luego bajarlas. Repetir esta rutina las veces que se pueda hasta ir aumentando la velocidad y la cantidad de veces. Mantener las piernas elevadas es un buen ejercicio para que la sangre circule.
Fuente: revistairisnatura
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