Uno de los terrores primarios de todo ser humano es el fracaso.Cualquier realidad que estés manifestando ahora mismo en tu vida es producto de todas las creencias que llevas dentro de ti.
Asi como han venido los fracasos a tu vida, así mismo como se fueron acumulando, así mismo se pueden ir.
Cuando tengas mucho peso en un platillo de la balanza y no mucho en el otro, puedes continuar añadiendo energía en el platillo ligero hasta que inclines la balanza en la dirección positiva.
Piensa como hiciste para inclinar la balanza hacia lo negativo: día a día; mes a mes; año a año; poco a poco, acumulando fracasos de forma tan sutil que no te diste cuenta hasta que ya era demasiado tarde.
Empieza por logros pequeños que te estimulen a metas mas grandes y poco a poco vete acumulándolos en la balanza de tu vida del lado positivo.
Veras que poco a poco las cosas empiezan a cambiar y veras como lo bueno empezará a superar lo negativo.
Errores y desaciertos siempre vamos a cometer, ya que somos humanos, por lo que siempre estaremos añadiendo peso al lado de los fracasos, sin embargo ello no nos debe frustrar ya que la idea no es volvernos perfectos e infalibles, sino acumular mas éxitos que fracasos.
Lo importante no es alcanzar la meta, sino la persona en la que nos hemos convertido al lograrla.
Los fracasos nos sirven para aprender de ellos y hacer las correcciones necesarias para comenzar ha inclinar la balanza a nuestro favor.
Desde que damos nuestros primeros pasos de bebé, ya estamos experimentando nuestros primeros fracasos al tropezar y caer.
Sin embargo siempre habrá una mano que nos ayudará a levantarnos; nos consolará; y nos animará a volverlo a intentar hasta perfeccionar la técnica y caminar con soltura.
El proceso es simple:
fracasamos; nos levantamos; aprendemos de la experiencia; lo volvemos a intentar.
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Fuente: Revista Irisnatura
Autora: Gely Pantiga
Psicoterapeuta transpersonal
http://www.institutoiris.com/
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