viernes, 29 de enero de 2010

Un gran regalo para tu hijo

Hay distintas maneras buscar la cooperación de nuestros hijos, hacerlos sentir que son parte de un grupo que los quiere, la familia; que los valoramos como personas; y que para que la familia este contenta y funcione bien es importante que ellos cooperen y asuman ciertas responsabilidades.

Educar siempre requiere tiempo, paciencia, interés y esfuerzo por parte de los padres. Requiere que los padres piensen en su familia como en un equipo, un grupo, donde todos tienen un rol que cumplir, donde todos los roles son igualmente importantes, donde cada persona en este equipo es valiosa y su cooperación necesaria para lograr el bienestar de la familia.
Queremos que nuestros hijos acepten adoptar ciertas conductas positivas como, por ejemplo, acostarse a cierta hora, hacer las tareas asignadas por el colegio, recoger el dormitorio, cepillarse los dientes, ducharse, ser ordenado con su ropa y sus juguetes, etc.
Funciona mejor una recompensa cuando la actitud es la correcta que un castigo cuando es incorrecta y por supuesto los gritos y sermones no sirven para nada, es muy sencillo piensa como te gustaría que te tratasen a ti cuando comienzas un periodo de trabajo nuevo donde necesitas adaptarte y aprender las normas de ese trabajo, ¿Cómo lo aprenderías mejor si tu jefe te chillase todo el rato, creándote tensión o enseñándote las cosas con paciencia y respeto? Pues lo mismo es para tu hijo, o mejor dicho con mas motivo ya que el es una personita que esta aprendiendo de todo según crece.
La recompensa es cómoda, práctica, rápida y efectiva para controlar la conducta de nuestros hijos. Además, como la recompensa en si se trata de algo placentero y agradable, siempre funciona.
Al principio nuestros hijos cumplen con la conducta únicamente para obtener el premio o recompensa prometida. A medida que el niño crece la recompensa se puede ir alargándose en el tiempo. Pero ¡cuidado!, Les estamos enseñando que su conducta positiva tiene un precio y nosotros estamos dispuestos a pagar por ella. Por lo que la actitud de materialismo crece y esto también significa que cuando el niño no recibe una recompensa de acuerdo a lo que él esperaba o estimaba, esto lo va a llenar de rabia o tristeza. Por lo que es muy importante en esta etapa del crecimiento del niño aclarar que existe un método de recompensa mucho más útil que los obsequios materiales y que es la sonrisa. La sonrisa de aceptación de la madre cuando el hijo asume y cumple con alguna responsabilidad; la mirada orgullosa del padre; el sentirse a la par con los hermanos mayores; el sentirse como un miembro valioso y querido de la familia; el sentir que es querido. Si combinamos esto con algún obsequio de cuando en cuando a la vez que concienciamos a nuestros hijos del valor que tiene en su vida la responsabilidad y el orden, estaremos haciendo futuros hombres y mujeres libres y no dependientes. Ese es el mayor regalo que le puedes hacer a tu hijo.
¡Ah! Y por supuesto no te olvides de que tu eres el mejor ejemplo para tu hijo, el aprende por imitación.

GELY PANTIGA

Madre de 4 hijos
Terapeuta emocional transpersonal
Especialista en terapia existencial
Especialista en remedios florales

Curso escuela de padres

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